Hoy queremos hablaros de la parálisis de Bell. La parálisis de Bell es una parálisis idiopática que puede ser causada por una infección vírica. La mayoría de los casos se resuelve me 6 meses, sin embargo puede producirse una lesión permanente, teniendo como resultado una desfiguraciones los rasgos.
Puede ocurrir por igual en ambos sexos y a cualquier edad, aunque existe menor predominancia entre los menores de 15 años y los mayores de 60.
Las personas susceptibles son aquellas afectas de patologías tipo diabetes o lesiones de las vías respiratorias altas, tipo gripe o resfriado.
La parálisis es ipsilateral(del mismo lado de la lesión), esto produce asimetría en los rasgos y de las expresiones, ya que existe un aumento de mímica en el lado contralateral, no lesionado. Los pacientes afectos de esta parálisis sufren a nivel físico, psíquico y social.
Los tratamientos médicos dirigidos a suavizar estas asimetrías que sufren; se basan en rellenos del lado paralizado o ipsilateral y corrección del exceso de movimiento del lado contralateral, para balancearlos y conseguir la mayor simetría posible.
El protocolo consiste en iniciar por la zona contralateral a la lesión, ya que es la zona que al tener más potencia tira de la cara lesionada, creando una zona torcida.
Relajando los músculos hiperquineticos (más potentes), podemos crear un rostro más balanceado.
Esta intervención debe ser lo más rápida posible en el proceso de parálisis de Bell permanente, aproximadamente de 1-2 años desde su instauración.
En el lado de la lesión o ipsilateral , podemos actuar con rellenos, para restaurar la pérdida de volumen con productos médicos de relleno. Y en el lado sano o contralateral, que esta hiperquinético, utilizamos la toxina botulínica, con unidades desde 60-80u por sesión.
Estudios científicos avalan el uso de la toxina botulínica inmediatamente después de la parálisis para evitar o disminuir la hipercinesia contralateral que agrava la asimetría facial.