HILOS TENSORES: NUEVO LIFTING SIN BISTURÍ
La revolución de los hilos tensores ha entrado en escena, otorgando una nueva dimensión a la medicina estética antiedad. Estratégicamente infiltrados en las estructuras de sostén del rostro, estos microfilamentos retensan la piel y reposicionan los rasgos. Destacados doctores que ya están aplicando esta técnica pionera nos explican qué tipo de hilos utilizan y cómo realizan estos procedimientos “lunch time”.
Hilos Japoneses
Esculpir los rasgos
La definición del óvalo facial y el tensado cutáneo, cualidades que definen un rostro joven, se deben a la firmeza de una serie de estructuras internas, entre las que destacan los ligamentos de retención, ocho “columnas de sujeción” encargadas de fijar los tejidos superficiales a otros más profundos. Con el paso del tiempo, estas estructuras pierden fuerza y empiezan a ceder, produciéndose un descolgamiento que provoca cambios, como aparición de surcos nasogenianos, arrugas de marioneta, doble mentón y pérdida de definición del ángulo mandibular.
El procedimiento de retensado facial, que corrige estas alteraciones a través del refuerzo de los ligamentos de anclaje. Para alcanzar este resultado emplea los Hilos Japoneses, denominados así porque se infiltran siguiendo, más o menos, los puntos reflejos que el shiatsu relaciona con la elasticidad de la piel, y que están compuestos de dos materiales reabsorbibles polidioxanona y ácido poliláctico. Estos filamentos recomponen el entramado se sostén de la piel, a través de la estimulación de los fibroblastos en los tejidos con los que están en contacto.
Más joven en 30 min. Este tratamiento es rápido, sencillo y nada invasivo. No precisa incisiones, no hay sangrado, ni suturas, ni cicatrices. Tampoco requiere anestesia, aunque en ocasiones puede aplicarse un anestésico local, y el paciente se incorpora a la vida normal de forma inmediata.
El procedimiento se inicia limpiando la piel y aplicando una loción antiséptica. Seguidamente, se marcan con rotulador dérmico unos trazos que servirán de guía para introducir los hilos. Éstos se insertan en la capa media de la piel empleando agujas súper-finas y creando un entramado en forma de haz. Una vez colocados se pinzan al tejido y se cortan los extremos.
Concluido el proceso puede aparecer un ligero enrojecimiento o inflamación que desaparecen rápidamente y algún hematoma. Los hilos se reabsorben a los 6 meses y el efecto tensor perdura entre 12-18 meses.
Este lifting sin cirugía se recomienda a partir de los 35-40 años, siempre que la flacidez sea entre leve y moderada.
Resultados Los Hilos Japoneses estimulan la formación de fibras de colágeno tipo I y II que son las que tienen más capacidad de reafirmar y devolver la elasticidad a la piel.
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