Son muchas las personas que a la hora de querer mejorar su imagen, no necesitan acudir directamente a la cirugía, como hace unos años, donde o bien te operabas, cosa al alcance entonces de muy pocos mortales, o poco más.
En la actualidad existen otra serie de retoques no tan agresivos, concretados en Diferentes tipos de infiltración.
Las técnicas inyectables, a parte de ser menos agresivas, más rápidas y económicas , nos permiten tratar el envejecimiento de una forma gradual. No hay que olvidar que cuanto antes recurramos a ellas, dentro de una lógica, más fácil será ponerle freno al proceso de envejecer, ya que iremos poniendo trabas que lo dificulten.
Pero dentro de los Diferentes tipos de infiltración que existen en el mercado, hay que tener claro que no todas las infiltraciones sirven para todo, en absoluto; por ejemplo el ácido hialurónico, que es perfecto para el contorno facial, no queda bien bajo los ojos, ya que al captar agua, puede llegar a dejar apariencia de bolsas en esa zona.
La tan famosa toxina botulínica, llamada coloquialmente bótox es ideal para el tratamiento de las arrugas de expresión, en especial para el entrecejo y las patas de gallo. Para las arrugas horizontales de la frente también funciona muy bien.
Utimamente se viene hablando mucho del plasma rico en plaquetas, gran revitalizante que se obtiene a partir de la propia sangre del paciente, centrifugandose y posteriormente reinyectandolo; combate muy bien el envejecimiento facial, sobretodo en aquellas pieles dañadas de una forma prematura por radiaciones solares extremas, tabaco, el estrés…
La Hidroxiapatita cálcica conocida como Radiesse, es también un componente natural de nuestro cuerpo, que consigue inducir la producción de colágeno, y la formación de nuevo hueso. Redefine perfectamente el óvalo y resalta pómulos eliminando arrugas a su vez.