La terapia láser tiene numerosas características que produce cambios fisiológicos a nivel celular con numerosos beneficios para el organismo tal como aceleración de la regeneración capilar, estimulación de los fibroblastos, mayores niveles de nutrientes y oxígeno en la sangre, mejora del sistema inmunitario y una mayor producción de enzimas.
Se trata en realidad de una forma de energía que provee de altas concentraciones de luz a las células de los folículos capilares para ayudarlas en sus procesos fisiológicos (fotobioestimulación).
Este proceso de fotobioestimulación es muy similar a la fotosíntesis, en la que las plantas transforman la luz solar en formas químicas de energía para alimentarse y crecer. De la misma forma entra el láser en el cuello cabelludo y aumenta su capacidad de producir energía (aumento de ATP), con lo cual provoca aumento del metabolismo actividad de las células. La luz láser es absorbida por la central energética de la célula (la mitocondria), que reacciona produciendo energía (ATP) para la síntesis de proteínas y realizar las funciones celulares.
Este aumento de energía provocada por el láser, permite a las células absorber mayores cantidades de nutrientes y eliminar las toxinas residuales como la DHT (dehidrotestosterona), esta hormona se une a los receptores del cuero cabelludo y folículos capilares interactuando de forma negativa en el crecimiento del cabello, siendo responsable en gran medida de la pérdida del cabello.
Los principios nanosomados que se introducen en el cuero cabelludo vía láser, son un complemento indispensable para combatir la caída de cabello desde la raíz. Las propiedades regenerativas del concentrado estimulan la formación de nuevos tallos capilares aportando nutrición al folículo, protegiéndolo al mismo tiempo de agresiones externas. Conseguimos intensificar la circulación sanguínea del cuero cabelludo y aportando elementos nutricionales esenciales que este necesita. El cabello se vuelve más fuerte sano y visiblemente en mayor cantidad.