Nuestra piel ya no puede ser tratada en función de los supuestos tipo de piel (grasa, mixta, seca), ya que cambia en cada momento , según nuestras circunstancias hormonales, niveles de stress, climatología…Por eso necesita formulas cosméticas adaptadas a las distintas necesidades de la piel según las condiciones medioambientales y adaptadas a su estilo de vida.
Por ejemplo el clima supone una alteración a nivel de la eliminación de toxinas y células muertas. El frió crea una coraza defensiva, menguando el manto hidrolipídico, y disminuyendo así la aportación de agua, grasa y nutrientes a las células. Todo esto es debido a la vasoconstricción producida por el frió; esto supone una disminución de la irrigación cutánea y que las células reciban menos oxígeno.
El resultado final es una acumulación de células muertas con deshidratación y tirantez que puede evolucionar a una sensibilización de la misma.
La exfoliación facial durante la época invernal y en verano también debe personalizarse, ya que el recambio de la piel cambia según las condiciones climatológicas y el ciclo hormonal.
En nuestro centro LazOna, somos conscientes de todos estos factores que influyen a la hora de un tratamiento exitoso, por ello contamos con técnicas diagnósticas de última generación con las que se apoyan nuestras profesionales, de experiencia probada y que a la hora de hacer las recomendaciones cosméticas a sus clientes tienen en cuenta todo tipo de circunstancias que afectan a la hora de elegir el cosmético adecuado; medioambientales, hormonales y de estilo de vida.