Muchas mujeres se plantean otras posibilidades de rejuvenecimiento sin pasar por el quirófano. En las últimas décadas ha habido una gran revolución en las técnicas de abordaje y productos en medicina estética, mejorando los resultados obtenidos, y manteniendo la estructura facial mejorada, conservando la naturalidad y expresión de la paciente. Una nueva generación de tecnologías, técnicas y sustancias que se alían y complementan en tratamientos de vanguardia para mejorar la calidad de piel, combatir las arrugas y mejorar la flaccidez, sin grandes traumatismos, ni grandes procesos de recuperación.
Son técnicas mínimamente invasivas y reabsorbibles, adaptándose al proceso de envejecimiento de la paciente, mejorando de forma generalizada y sutil el rostro sin transformaciones. Obtenemos resultados mejores y más naturales, sin cambios.
Siempre iniciamos nuestros tratamientos con un diagnóstico facial con nuestro sistema diagnóstico VISIA® y el asesoramiento de la Dra. Lidici Santana.
Nuestras pacientes quieren mejorar, pero no transformarse. Nosotros les ofrecemos diferentes aproximaciones dependiendo de sus necesidades; como por ejemplo en el caso de la flaccidez, hay que atender a diferentes grados o intensidades.
Para las pacientes jóvenes, en las cuales el proceso es incipiente y lo que queremos es retrasar la formación de pliegues, recomendamos siempre una buena hidratación y reestructuración. De esta manera, la piel no pierde elasticidad y se mantiene firme.
En pacientes maduras, en las que ya se va viendo pérdida de volumen en los distintos compartimentos grasos profundos (con lo que la piel ya se va descolgando y perdiendo el contorno facial), aparte de reponer los volúmenes perdidos pasamos a tratar con estimuladores de colágeno.
Las caras más envejecidas hay que tratarlas de la forma más armónica y natural posible. Son en estos casos donde se puede caer en caricaturismos indeseables. La paciente ha de tener expectativas realistas, ya que su planteamiento es a más largo plazo, dejando intervalos de evolución para permitir la integración de las sustancias con los tejidos de la paciente y permitir que los procesos de estimulación ocurran. Debemos ir realizando protocolos y planteamientos evolutivos en el tiempo hasta conseguir un resultado acorde con la edad, necesidades y características de la paciente.
“Me gusta mucho combinar hilos monofilamentos con espiculados y así conseguir anclar la piel. Rellenar las pérdidas de volumen hasta el punto que la piel me lo permita, así como borrar las líneas de transición entre las distintas áreas faciales. Nunca dejo de lado la calidad de la piel, que es la imagen de la juventud perdida y que la entiendo como recuperación de la luminosidad, tono, pigmentación y textura de la misma”, comenta la Dra. Lidici Santana.
Este mes diagnóstico VISIA® DE REGALO
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