Existen tratamientos que protegen y reparan este daño
Si el ADN celular está dañado, producirá malas copias, con el consecuente mal funcionamiento de las células. Las células de la piel, son las que más rápido se dividen en nuestro cuerpo, así que proteger nuestras células del daño del DNA y reparar los daños ya causados, es el futuro en la lucha contra el envejecimiento. Un arsenal de productos y tratamientos basados en la antiinflamación, péptidos y antioxidación.
Como afecta el ADN a nuestra piel?
Los tres factores más importantes que afectan el envejecimiento cutáneo son inflamación, daño DNA y oxidación.
Cuando hablamos de daño del ADN, debemos decir que nuestras células están preparadas para auto repararse de forma natural. Sin embargo no todas las lesiones de ADN, pueden auto reparase. La lesión más común en el proceso de envejecimiento es
La lesión de una de las dos hebras que componen el ADN, pero si el daño es bilateral, como es el caso del daño por radiaciones UV o productos químicos, las lesiones son más difíciles de reparar.
Aproximadamente a los 30 años el proceso de reparación del ADN, se enlentece, y empezamos a ver las arrugas cutáneas, la laxitud de los tejidos y la sequedad. A medida que el daño del ADN se acumula con la edad el proceso de senescencia se acelera, sobre todo si no se toman medidas de protección.
Así que el secreto para mantener una piel joven, es enlentecer los daños que ocurren en nuestra piel inclusive a la edad del 20 ó 30 años tempranos. Mientras menos lesión tenga nuestra piel, más saludable estará y será capaz de luchar contra el cáncer y las lesiones pigmentarias relacionadas con la edad.
Como afectan los rayos ultravioletas en nuestra piel?
Los UVA y los UVB producen diferentes tipos de lesión en la piel; los UVB, se absorben en la epidermis lesionando el ADN, y si el daño se excede la capacidad de reparación celular, se producen mutaciones celulares (cáncer de piel), y también de forma indirecta producen, inflamación y daño dérmico.
Los UVA, que se absorben en la dermis, también producen daño oxidativo en el ADN y provocan envejecimiento cutáneo.
El daño del ADN, afecta a las células a nivel nuclear y mitocondrial (la factoría energética de la célula), de modo que la célula se ve incapacitada para producir las proteínas que las mantienen saludables, así como la energía para mantener el núcleo funcionando para producir los factores esenciales de la piel como el colágeno, elastina y ácido hialurónico, así como nuevas células cutáneas.
Daño del ADN, también afecta a los melanocitos
Son las células que más se afectan, es difícil de explicar porque estas células tienen más comprometida su capacidad de auto reparación. No en balde el melanoma es una de los tres tipos de cáncer de piel principales.
Los melanocitos eran las células más vulnerables de la piel, al daño provocado por las Uva, debido a que eran incapaces de reparar eficientemente el daño ADN
Tratamientos específicos para mejorar la reparación del ADN:
Consiste en un tratamiento en cuya base se encuentran
Primera línea de defensa es la Protección solar
Segunda línea Antioxidantes para proteger de los radicales libres
En la tercera línea de tratamientos están las Enzimas reparadoras del ADN que utilizamos en caso que la respuesta a las anteriores sea inadecuada
En La segunda parte de la pirámide, consiste en el manejo adecuado de retinoides
Y en la punta tenemos el uso de péptidos y factores de crecimiento.
En nuestro centro tras un estudio profundo del estado de la piel que incluye la técnica
Diagnóstica Antiaging Sd®, realizamos estudio genético mediante vía salival para conseguir un tratamiento totalmente personalizado y objetivable científicamente.
Siempre mirando hacia las últimas tendencias que optimicen los resultados de los tratamientos y prevengan lesiones.
Nuestro objetivo tratamientos que enlentezcan el proceso de degradación de nuestro DNA y acelerar su proceso de reparación, para prolongar en el máximo tiempo posible las características optimas de la piel así como evitar su degeneración.